La condescendencia del Dios altísimo con los hombres es también un profundo misterio. Aunque el Señor es alto, respeta a los humildes" (Salmo 138:6). Pero cuando ambas cosas se juntan, como ocurre en esta Escritura, constituyen un misterio incomparable. Aquí encontramos al Dios altísimo haciendo todo por una pobre criatura angustiada.
Advertisement
Get insights into your website traffic, analyze your website's audience, and optimize your website for better results with Website Statistic.