La conservación de la naturaleza y de las áreas protegidas tiene una importancia especial en los estudios ecológicos. La naturaleza es infinitamente variada y hermosa, pero también vulnerable al impacto del progreso tecnológico. Efectivamente, la interacción entre el ser humano y la naturaleza se ha convertido en uno de los problemas actuales más importantes.
Sin embargo, es posible limitar la magnitud del problema mediante la conservación de la vida silvestre. Hay varios motivos para conservarla.
El primero de ellos es ético. Todos los organismos vivos tienen derecho a la vida, como lo reconoce la Carta Mundial para la Naturaleza, aprobada por la Asamblea General de la ONU.
El propósito de conservar la vida silvestre es que los seres vivos puedan vivir en estado natural y, por lo mismo, posibilitar que el ser humano pueda contemplar la belleza de la naturaleza y estar en armonía con ella. El disfrute de la naturaleza no puede cuantificarse.
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